Por German Morán
La Real Sociedad vivió una noche que pudo haber sido inolvidable, pero terminó siendo agridulce en su regreso a la Champions League después de seis años de ausencia. El equipo vasco se enfrentó al Inter de Milán en un partido que quedará en la memoria de los aficionados, pero lamentablemente, dejaron escapar dos puntos en los minutos finales.
Desde el inicio del encuentro, la Real Sociedad demostró que esta Champions League no le viene grande. Desplegando un fútbol brillante y dominando por completo al Inter, los txuri urdin arrollaron a su rival y parecían destinados a una victoria contundente. Sin embargo, a pesar de su dominio y numerosas ocasiones de gol, incluyendo dos disparos al poste, no lograron sentenciar el partido.
La Real se adelantó en el marcador en el minuto 4 con un gol de Brais, y el equipo continuó presionando y creando oportunidades. El Inter, subcampeón de Europa, no pudo generar ninguna ocasión de gol en ese momento, gracias a la agresiva presión y el buen juego de los txuri urdin.
Sin embargo, la Real Sociedad no pudo mantener el nivel mostrado por su once inicial cuando ingresaron jugadores suplentes como Cho, Sadiq y Odriozola. La sinfonía se convirtió en ruido, y el equipo comenzó a perder el control del partido. El Inter marcó su único gol del partido en el minuto 87, en su única oportunidad clara, lo que resultó en un empate amargo para la Real Sociedad. A pesar de su brillante actuación, los puntos escaparon en los últimos minutos.
A pesar de la desilusión por no haber ganado, la afición realista y su entrenador, Imanol Alguacil, pueden sentirse orgullosos de la actuación del equipo en un partido sobresaliente. La Real demostró que puede competir en la Champions League y que tiene el nivel para enfrentar a equipos de gran renombre.
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