Por German Morán
La Liga Profesional Saudí ha estado en el centro de atención durante este verano, convirtiéndose en uno de los mercados más atractivos del mundo del fútbol. El campeonato saudí ha realizado inversiones significativas, atrayendo a algunas de las estrellas más destacadas del deporte rey. Sin embargo, en los últimos días del período de fichajes, uno de los clubes saudíes más prominentes, Al-Ittihad, no pudo concretar una de sus grandes ambiciones.
Al-Ittihad, que ya había sumado nombres de renombre como Karim Benzema, N'Golo Kanté y Fabinho a sus filas, tenía como objetivo principal fichar a Mohamed Salah. El delantero egipcio expresó su interés en jugar en Arabia Saudita, y esta transferencia podría haberse convertido en una de las más costosas de la historia del fútbol. Sin embargo, Liverpool rechazó la oferta presentada por el club saudí.
Los Reds cerraron la puerta a la oferta de 250 millones de euros que Al-Ittihad puso sobre la mesa. Aunque es posible que en el futuro haya más oportunidades para que Salah se una a un club saudí, el cierre del mercado en Arabia Saudita confirmó que seguirá en Anfield Road durante esta temporada.
Tras el fracaso en su intento por fichar a Salah, se supo que Al-Ittihad exploró la posibilidad de adquirir a otra estrella de la Premier League: Richarlison. El delantero brasileño, a pesar de enfrentar un momento complicado en su carrera a nivel futbolístico, sigue siendo considerado un jugador con un gran talento.
En los últimos días, Richarlison tuvo un rendimiento irregular tanto con la selección brasileña como con el Tottenham Hotspur. A pesar de esto, Al-Ittihad mostró interés en su fichaje. Sin embargo, el Tottenham rechazó la oferta, confiando en que el jugador brasileño contribuirá de manera significativa en la próxima temporada.
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