A pesar de los dichos de Camacho, la afición del Táchira hizo oídos sordos

El segundo periodo comenzó después de que el final de la primera parte se hayan sacado chispas y se hayan repartido alguna que otra tarjeta amarilla por infracciones duras y muchas protestas contra el colegiado. A pesar de estas situaciones, los primeros segundos fueron similares a los del primer tiempo y el local tuvo una clarita que el argentino, Ritacco, desperdició y continuo la igualdad en 0.

A los 53 minutos, casi cuando no pasaba nada, Anthony Uribe, que se la pasó en off side en el primer tiempo, tras un tiro libre desde la derecha, conectó un cabezazo ante la mala salida del arquero argentino de La Guaira para poner el partido 1 a 0 y despertar a la gente de sus asientos.

A partir del tanto, el encuentro se disputo más como quería el local, donde tuvo más el balón pero para cuidarlo y cuidarse, y no tanto para intentar lastimar al rival que poco podía hacer para atacar y para robarle la pelota. A pesar de esto, los naranjas, tuvieron algunas chances robando y saliendo de contra, donde pecaron de apresurados quizás y el línea marco siempre posición adelantada.

A pesar de alguna llegada de contragolpe, La Guaira seguía esperando detrás de la línea de la mitad de la cancha, increíblemente, no presionaba en la salida del Táchira. Por momentos, parecía que los naranjas eran los que iban ganando el duelo y que los que tenían las responsabilidad eran los locales. Cuando faltaban poco más de 7 minutos, el capitán del Táchira, Cova, recupera el balón en el borde de su área grande, toca y pasa, corre hasta casi el área rival, se la devuelven, domina, aunque no de la mejor manera y define de zurda, para vencer al arquero y poner las cosas 2 a 0 y sentenciar el partido.

¿Qué paso con la gente local?

Con este resultado, el local achica distancias con Puerto Cabello pero parece que la gente no tenía mucha esperanza, ya que el estadio no estuvo con la ocupación que se esperaba para este tipo de partido.